Refinería de Repsol en Tarragona. Foto: Pablo Saludes Rodil / CC BY-NC 2.0Refinería de Repsol en Tarragona. Foto: Pablo Saludes Rodil / CC BY-NC 2.0

Repsol y los combustibles fósiles, en la diana del Acuerdo de París

Uno de los mayores consensos en el Acuerdo de París fue la conclusión sobre el impacto sobre el cambio climático de la quema de combustibles fósiles por parte de los países desarrollados y en desarrollo. Esta circunstancia no impide a Repsol defender en su informe de sostenibilidad el compromiso adquirido con la causa climática y, por extensión, con el acuerdo global que 175 países alcanzaron en la capital francesa en diciembre de 2015. «Como firmantes del documento Paris Pledge for Action, apoyamos el Acuerdo de París y trabajamos para ser parte activa de la solución al cambio climático», asegura la petrolera española.

Este Compromiso de Acción de París, que pretende aunar esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura global del planeta, engloba a más de 1.300 actores no gubernamentales y con intereses en acción climática que no pudieron formar parte del Acuerdo oficial entre países. Entre ellos hay organizaciones, empresas, inversores, grupos de la sociedad civil e incluso ciudades y regiones como Madrid, Barcelona y Cataluña.

Además de Repsol, en la lista de firmantes destaca la presencia de otras grandes compañías energéticas como Naturgy (antigua Gas Natural Fenosa), Iberdrola, Energías de Portugal (EDP) y la alemana E.ON, que al mismo tiempo figuran entre las empresas que más contribuyen al cambio climático, tal y como reflejan los últimos informes anuales del Observatorio de la Sostenibilidad en España.

Repsol admite en su propio documento corporativo de sostenibilidad que el objetivo fijado en París será difícil de alcanzar si las emisiones no se reducen aún más. «Reconocemos que la tendencia actual de emisiones de gases de efecto invernadero es superior a lo requerido para limitar el incremento de la temperatura media global a no más de 2ºC por encima de los niveles preindustriales», apunta la compañía en las páginas reservadas a cambio climático.

Objetivos contrarios al Acuerdo de París

La petrolera española participa también en algunas iniciativas auspiciadas por Naciones Unidas. Es el caso de la Climate and Clean Air Coalition, a la que Repsol se ha sumado «para poner en marcha proyectos de reducción de emisiones de metano en colaboración con otras compañías, instituciones y gobiernos, eliminando barreras y encontrando soluciones viables técnica y económicamente».

Sin embargo, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) ha mostrado en reiteradas ocasiones una postura contraria a los combustibles fósiles. En marzo de este año se hizo eco del último estudio de la Carbon Tracker Initiative, cuyas conclusiones son poco favorables a la industria petrolera.

Según este informe, los objetivos de las empresas de combustibles fósiles en materia de inversiones no están alineados con los trazados en el Acuerdo de París y, en caso de que continúen con sus inversiones excesivas en explotaciones de petróleo, gas y carbón, se arriesgan a perder más de un billón y medio de dólares.

La UNFCCC se posicionó con claridad al afirmar en un comunicado en su página web oficial que «el uso de combustibles fósiles es la principal fuente de emisiones causantes del cambio climático». «Si la comunidad internacional quiere lograr el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los dos grados centígrados es necesario que la mayor parte de las reservas de estos combustibles permanezcan inexplotadas», sentenció.

En cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, definidos por la ONU en la Agenda 2030, Repsol asegura que trabaja para cumplirlos y que los ha introducido de forma efectiva en su toma de decisiones. «Nuestros Planes de Sostenibilidad están focalizados en aquellos que son más relevantes para Repsol y nuestros grupos de interés a nivel global y local», explica la compañía energética y petroquímica, que señala como prioritarios los propios a su actividad: el de suministro de energía accesible y no contaminante (número siete) y el relativo a acción por el clima (número 13).

Según Repsol, estos objetivos son desafíos medioambientales, sociales y económicos para los cuales resulta «imprescindible» la implicación del mundo empresarial, y suponen «una oportunidad única para construir un mundo mejor».

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Cecilio Galdón


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