Hasta en ocho ocasiones, el por entonces ministro de Defensa Pedro Morenés (PP) y empresario armamentístico se había ausentado de la mesa del Consejo de Ministros por posibles conflictos de intereses: venta de fragatas, prohibición de minas antipersona… No sucedió eso el 3 de octubre de 2014. En el orden del día estaba autorizar la compra de la filial Amper Programas por la francesa Thales,para “garantizar la viabilidad” de Amper, la empresa matriz. Se aprobó la venta. Quién allí estaba como ministro –Morenés– es hoy presidente del Consejo de Administración de Amper.
“Estamos en una situación absolutamente crítica”, reconocía el entonces presidente ejecutivo de Amper, Jaime Espinosa de los Monteros. Amper salió del bache y logró hacerse fuerte en un nicho de mercado estable y lucrativo: el control migratorio.
Amper se mueve en una esfera donde las telecomunicaciones, la seguridad y la defensa se funden y reparten en filiales de mismo nombre y distinto apellido. Nacida como un taller de telecomunicaciones, fabricaba aparatos de radio o intercomunicadores. Se hizo famosa con la instalación de porteros automáticos y, con el tiempo, se convirtió en la principal proveedora de Telefónica antes de entrar en el negocio de la defensa. Actualmente, desarrolla servicios de comunicaciones militares o los Sistemas de Mando y Control del Ejército de Tierra; mientras, en el área de seguridad, establece sistemas de protección de fronteras.
La Industria del Control Migratorio está formada por un conjunto de empresas que se lucran con las políticas antimigratorias. En este negocio, Amper se ha especializado en el control y vigilancia de fronteras con el SIVE, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior, gestionado por la Guardia Civil, y en el que Amper presta servicios de mantenimiento. El SIVE es un sistema optrónico y de radares implantado fundamentalmente en la frontera sur para la “detección a larga distancia de las embarcaciones que se aproximen a nuestro litoral”, acorde con la web de la Guardia Civil.
Sin embargo, los naufragios no paran de suceder: el 24 de octubre fallecieron 140 personas en el naufragio más mortífero del año. El SIVE le ha reportado a Amper más de 14 millones de euros desde 2014, según los contratos a los que pudo acceder la investigación de por Causa. En respuesta a este medio, Amper subraya que “el control migratorio es función de las fuerzas de seguridad” y que “la tecnología nunca es el problema, sino el uso que se hace de ella”.
Entre los contratos recabados por la fundación por Causa, aparecen posibles irregularidades y errores. Amper fue adjudicataria de varios contratos de servicios de mantenimiento del SIVE por cuantías cercanas a los 50.000 euros, pese a que la Ley de Contratos Públicos establecía entonces que las adjudicaciones de servicios superiores a los 18.000 euros debían pasar por concurso público.
Otros contratos, como el de mantenimiento del SIVE en Ceuta, tuvo un coste de 17.940 euros. O lo que es lo mismo, sorteó por 60 euros el umbral, una práctica habitual para eludir el concurso público. La opacidad del Ministerio del Interior y la clasificación de «secreto de seguridad nacional» en este tipo de contratos hace imposible cuantificar de manera exacta el número total de adjudicaciones a favor de Amper. El Ministerio del Interior no responde a las preguntas formuladas para la elaboración de esta pieza.
Cercanía política
El caso Kitchen ha traído a Amper de vuelta a la actualidad. En la documentación sustraída a Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, había una nota sin aclarar: “Amper-López del Hierro”. López del Hierro, lobista y marido de María Dolores de Cospedal, fue un antiguo consejero de la corporación.
Pero Amper no se ha nutrido solo de políticos del o cercanos al PP. Jaime Espinosa de los Monteros, presidente ejecutivo hasta 2017 y miembro de una familia que presume de linaje y en la que se incluyen destacados miembros de la derecha y la extrema derecha; Luis Solana, exdiputado socialista y exdirector de RTVE, o Juan José Toribio, economista del Banco de España y exdirector ejecutivo del FMI, han pasado por sus consejos. La cercanía de Amper con el poder político y la nueva apuesta de la Unión Europea por militarizar el control migratorio auguran un futuro próspero para Amper en el negocio que emerge en torno a quienes migran sin alternativa segura y legal.
Esta es la punta del iceberg sobre Amper y su rol en la Industria del Control Migratorio. El equipo de por Causa investiga a fondo este negocio y su forma de perpetuarse, pero necesita apoyo para seguir desenmascarando #Spectram.
