Los seguros y pensiones de CaixaBank y del Banco Sabadell también financian empresas militares españolas

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Artículo publicado originalmente en CRÍTIC. Puedes leerlo en catalán aquí.

Las empresas de seguros y planes de pensiones de CaixaBank y del Banco Sabadell también estarían financiando los grandes fabricantes de armamento y de tecnología militar del Estado español. No sería, pues, la banca la única vía de financiación para usos militares, aunque la cifra exacta de cada fondo o aseguradora no se conoce todavía. BancSabadell Seguros, por un lado, y VidaCaixa y SegurCaixa Adeslas, por otro, forman parte de la lista de las 26 aseguradoras españolas que han invertido un total de 29,7 mil millones de euros en los últimos cinco años en industria armamentística , mientras que los planes de pensiones de CaixaBank y del Sabadell también forman parte de la lista de 19 gestoras de fondos de pensiones que financian empresas relacionadas con la tecnología militar por un total de 13,5 mil millones de euros.

El Centre Delàs d’Estudis per a la Pau, en un informe con datos entre 2014 y 2019 que avanza CRÍTIC en primicia, ha podido demostrar por primera vez cómo aseguradoras y planes de pensiones, pertenecientes la mayoría a bancos o entidades financieras, invierten una parte de su capital en empresas vinculadas a fabricar armas, explosivos o tecnología de uso militar. «Contratando un seguro o un plan de pensiones, podemos estar ayudando a las empresas de armas para que la mayor parte del dinero de las pólizas de los seguros y las primas de los planes de pensiones se invierte de manera constante a generar la máxima rentabilidad para la empresa gestora del fondo o del seguro «, advierten. Las aseguradoras no ofrecen productos financieros y de crédito como la banca, pero tienen un capital importante, y uno de sus objetivos es hacer que el dinero rinda a través de la compra y venta de acciones y de bonos o hacer inversiones directas en otras empresas a largo plazo.

El informe de Delàs Aseguradoras y fondos de pensiones que financian empresas de armas, dentro de la campaña de denuncia «Banca armada», revela por primera vez el nombre de las aseguradoras del mercado español que más han financiado la producción armamentista: son, por este orden, Cardif Assurance, AXA, BBVA Seguros, Santander Seguros, Allianz, MetLife, Intesa Sanpaolo Life, AIG, Aegon, Liberty Seguros, March Vida, BanSabadell Seguros y Vida, VidaCaixa, y SegurCaixa Adeslas, Mapfre (a través de Bankia ) y Línea Directa. La potencia inversora, poco conocida, de las aseguradoras está creciendo muchísimo en los últimos años. El último Boletín de Información Trimestral de Seguros del tercer trimestre de 2019 cifra el volumen de los activos financieros de las compañías aseguradoras (excluyendo préstamos, inversiones en inmovilizado material, efectivo y participaciones en reaseguros y en entidades del mismo grupo) en más de 265.000 millones de euros. Las aseguradoras han hecho sólo en el año 2019 inversiones totales por valor de 319.750 millones de euros. «En vista de estos datos, es inevitable plantearse que, cuando hablamos de inversión, las aseguradoras y los fondos de pensiones son un actor más», concluye el informe del Centre Delàs.

El informe también identifica los planes de pensiones que invierten una parte de los ahorros de la ciudadanía en la industria militar: están liderados por cuota de mercado por CaixaBank, BBVA, Ibercaja, Fonditel, Santander, Bankia, Banco Sabadell, Abanca Vida y Pensiones, Liberbank, Mutua Madrileña, AXA Pensiones. Los fondos de pensiones que tiene CaixaBank invierten una parte de su capital, unos 121 millones de euros según datos conseguidos por el Centre Delàs, en empresas con vínculos militares como Indra o Maxam, mientras que los fondos del Banco Sabadell habrían invertido un total de 169 millones de euros en empresas como Aecom, General Dynamics, Maxam y Raytheon (empresa especializada en misiles).

El coordinador del Centre Delàs y uno de los autores del informe, Jordi Calvo, asegura que «no sólo financiamos las empresas de armas a través de nuestras cuentas corrientes, de nuestros depósitos a plazo y de la compraventa de acciones y de bonos , sino que también estamos ayudando de manera determinante en la expansión del sector armamentista con la contratación de seguros personales (de vida o de salud), de daños (vehículo, robo, incendios), o de prestación de servicios (de asistencia en viaje, de decesos) y con los planes de pensiones «. «Este año hemos considerado necesario analizar las relaciones entre otro gran pilar del sistema financiero, el sector de los seguros y los fondos de pensiones, y la industria armamentística. ¿Qué inversiones se realizan con las grandes sumas que acumulamos con nuestras primas o nuestras aportaciones a un plan de pensiones? «, explica el también miembro del Centre Delàs y autor del informe, Eduardo Aragón.

CRÍTIC precisamente se puso en contacto con CaixaBank al mes de mayo para saber por qué había renovado la financiación al fabricante de explosivos Maxam en 2019 a través de un crédito sindicado con otras entidades en el que habría aportado 26,5 millones. Un portavoz de la entidad catalana aseguró que, al contrario de lo que afirma el Centre Delàs, los créditos no se daban para «material controvertido» y «no para la actividad militar de la compañía sino para el material civil» , como la fabricación de dinamita. Un portavoz de CaixaBank explicó entonces a CRÍTIC que tenían «una estricta política de financiación del sector de la defensa, discutida y aprobada por el Consejo de Administración, y que establece, entre otras limitaciones, que no se financia la producción de material controvertido, ni tampoco la venta de este material a países donde hay un alto riesgo de violación de los derechos humanos».

El BBVA, el Santander y ING lideran la ‘banca armada’

El total de financiación a la industria armamentista por parte de las entidades financieras que operan en España alcanzó la cifra de 11,9 mil millones de euros en el periodo desde 2014 hasta 2019. Los grandes bancos que lideran el ranking, según los datos del Centre Delàs, serían como cada año BBVA, Santander, ING, Deutsche Bank, Banco Sabadell, Bankia y CaixaBank. Los datos prácticamente no cambian año tras año a pesar de las presiones de los movimientos en favor de una banca ética o de organizaciones pacifistas. Entre el global de la banca, destacan, sin embargo, los casos del BBVA y del Santander, ya que su financiación del sector armamentístico supone el 62% del total de la banca española. Si los dos grandes bancos armados españoles se añaden las inversiones directas que hace la empresa pública Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), entre las tres entidades se llegaría al 89% del total.

Dos empresas españolas, Indra (vinculada a la tecnología militar) y Maxam (sobre todo, explosivos, de uso civil y militar) son las que, siempre según el informe del Centre Delàs, reciben más apoyo económico de la banca. Indra destaca sobre todo en el desarrollo de productos y servicios tecnológicos aplicados a misiles y aviones de guerra, entre otros, y tiene productos de control y vigilancia fronteriza, y Maxam, una importante empresa de munición «con una clara relación comercial con el Arabia Saudita», dicen desde el Delàs, uno de los principales clientes de armas del mundo que lidera la coalición en la guerra contra el Yemen.

Artículo publicado originalmente en CRÍTIC. Puedes leerlo en catalán aquí.