Los pelotazos de Florentino Pérez en México

Florentino Pérez

Un grupo de niños y niñas juega al balón en una cancha de cemento en Unión Hidalgo, en el Istmo de Tehuantepec, en el sureste de México, allí donde el país azteca se estrecha y la cintura de tierra entre los dos océanos mide solo doscientos kilómetros. En el horizonte se erigen filas de aerogeneradores de energía eléctrica, que bautizan a los jugadores como “aerogubiños”, una contracción de “aero” y “gubiños”, gentilicio del pueblo.

Un grupo de niños y niñas juega al balón en una cancha de cemento en Unión Hidalgo, en el Istmo de Tehuantepec, en el sureste de México, allí donde el país azteca se estrecha y la cintura de tierra entre los dos océanos mide solo doscientos kilómetros. En el horizonte se erigen filas de aerogeneradores de energía eléctrica, que bautizan a los jugadores como “aerogubiños”, una contracción de “aero” y “gubiños”, gentilicio del pueblo.

En esta cancha modesta, sin redes en las porterías ni césped en el campo, juegan al fútbol 527 niñas, niños y jóvenes vestidos con el uniforme blanco oficial del equipo más rico del mundo, el Real Madrid. Las camisetas contrastan en una región donde todavía se perciben los estragos del terremoto que arrasó México en septiembre de 2017, y donde 6 de cada 10 de sus habitantes viven bajo el umbral de la pobreza.

Esta cancha es una de las escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid que, presidida por el empresario Florentino Pérez Rodríguez, promueve siete proyectos de escuelas de fútbol en México para las poblaciones desfavorecidas. Una gran campaña de mercadotecnia para el club, en los mismos lugares donde el holding Actividades de Construcción y Servicios (ACS), que también dirige Florentino Pérez, tiene inversiones millonarias.

Pérez se ha hecho famoso por presidir el equipo blanco, que según Forbes es “el club más valioso del mundo”, valorado en 3.800 millones de euros –en mayo de 2019–, con ingresos anuales de 751 millones de euros y beneficios de 94 millones. Migajas en comparación con la otra cartera de Florentino. ACS es la principal concesionaria española en el mundo y, según sus últimas cuentas públicas (marzo 2019), su cartera asciende a 72 mil millones de euros. Tan solo un dato: cuando Florentino se convirtió en presidente del Real Madrid en el año 2000, ACS era la quinta constructora de España. Seis años después ya era la primera. Hoy no hay quien le haga sombra.