Meliá

Foto de archivo. MOHD FAZLIN / Licencia CC BY 2.0

Meliá: O me das lo que quiero, o me voy

21 mayo, 202023 junio, 2020 por Dani Dominguez

A finales de los 90, los empresarios turísticos más importantes de Baleares desembolsaron 16 millones de euros (3.000 millones de pesetas de entonces) para la construcción de un yate de 41,5 metros de eslora. El Gobierno de Baleares presidido por Jaume Matas, exministro del Partido Popular, aportó más de 2 millones de euros para su construcción. La embarcación era un regalo para el monarca Juan Carlos I en agradecimiento a sus veraneos en las islas mediterráneas y fue bautizado como Fortuna.

Gabriel Escarrer padre fue uno de los impulsores del obsequio al rey. El por entonces presidente de Sol Meliá no perdía la oportunidad de acercarse a las más importantes esferas institucionales del país, como ya hiciese su predecesor José Meliá durante la dictadura.

La entrega del regalo se realizaba en un momento trascendental para el empresariado turístico de las islas Baleares. Tras más de 15 años de hegemonía del PP, en 1999, gracias al Pacte de Progrés del socialista Francesc Antich, los conservadores perdían el gobierno de la Comunidad. Celestí Alomar, nuevo conseller de Turismo del ejecutivo socialista, presentaba uno de sus grandes proyectos: la ecotasa, un impuesto que debían pagar los turistas que pernoctaban en las islas.

En palabras del propio Alomar, un sector de los empresarios turísticos, “liderado por Escarrer y por Barceló”, declaró la guerra al nuevo gobierno progresista por la ecotasa. Así lo ratifica también Joan Buades en su libro Exportando paraísos (Ediciones La Lucerna, 2006): “Gabriel Escarrer se convirtió en el jefe de la resistencia de los grandes hoteleros de Baleares en su solar patrio contra el tímido intento del episódico nuevo gobierno de centroizquierda de Baleares (1999-2003) de implantar una tasa de naturaleza ambiental destinada a paliar los efectos del turismo de masas en el archipiélago”.

“Sin Escarrer no se hubiese dado este episodio; fue él quien arrastró a otras grandes cadenas como Barceló al enfrentamiento contra mí y contra el Gobierno, cuando antes la relación con los empresarios había sido fluida”, ha explicado Alomar a La Marea. Según asegura el exconseller, el momento clave se produjo durante una comida del Ejecutivo con los empresarios en la que Escarrer y Barceló se levantaron de forma abrupta “insultando al presidente, diciéndole que era peor que Franco”.

La batalla entre Escarrer y Alomar fue dura. Tanto es así que el político acusó al empresario de “explotar” a sus trabajadores y de “destruir al medio ambiente”. Alomar también aseguró en su momento que el presidente de Meliá “se ha quitado la máscara e irrumpe en la campaña electoral, en la que el Partido Popular juega con dos pivotes: Jaume Matas y Gabriel Escarrer”. Unas declaraciones que el sector crítico de los empresarios tildaron de “miserables” y “suicidas”. Pablo Piñero, del Grupo Soltour, fue todavía más allá, asegurando en 2002 que había “que quitar al president o matar al conseller”.

“Con Escarrer no había negociación posible. Era o quitar el impuesto o nada. Nunca quiso hablar, siempre cerraba los intentos de diálogo. En cambio con la federación de hoteleros siempre se dialogó, con posiciones diferentes, pero se hizo”, explica Celestí Alomar a este medio.

Finalmente, el impuesto acabó siendo derogado por el PP de Jaume Matas cuando recuperó el poder en 2003. Parafraseando a Josep Oliver, presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares en esos momentos, se volvía así a la “normalidad” para los empresarios, que siempre gozaron de muy buen trato con el gobierno de Matas. “Es aquí donde comienza el gran poder de los empresarios turísticos, que se mantiene en la actualidad”, asegura Alomar.

Sin embargo, la gestión turística del gobierno del PP entre 2003 y 2007 estuvo plagada de sombras. En 2016, los dos directores del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), Juan Carlos Alía y Raimundo Alabern, reconocieron el cobro de más de 50.000 euros en forma de comisiones a cambio de la adjudicación de trabajos. Los delitos de prevaricación, fraude y cohecho les valieron una condena de 14 meses de prisión a cada uno. Ibatur era el organismo encargado de gestionar los fondos para la promoción del turismo en el archipiélago.

“En el consejo rector de Ibatur estaban los hoteleros y ellos decidían a qué destinos, políticas, etcétera se destinaba el dinero. Lo creó Cañellas, el primer presidente autonómico en caer por corrupción, y padre político de Matas. Cuando llegó la izquierda por primera vez al poder en 1999 se empezaron a destapar cosas y la política cambió, pero con Matas a partir de 2003 volvieron a las andadas”, cuenta David Abril, profesor de la Universitat de les Illes Balears, director general de Cambio Climático y Educación Ambiental del Gobierno autonómico de las Illes Balears (2010-2011), diputado en el Parlamento de las islas (2013-2018) por Més per Mallorca y miembro de la comisión de Turismo en esa etapa.

La ecotasa fue reactivada en 2016 por el Gobierno de coalición progresista (PSOE, Podemos y los econacionalistas de Més) que salió de las urnas en 2015. Un año después de su puesta en marcha, el Ejecutivo regional dobló las cantidades exigidas a cada tipo de alojamiento, lo que enfureció aún más al empresariado turístico. Escarrer Jaume definió la ecotasa –ahora denominada Impuesto de Turismo Sostenible (ITS)– como una “ecofarsa”. Por su parte, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) interpuso un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) para declarar nulo el tributo denunciando que es una medida discriminatoria. Finalmente, el recurso fue desestimado por el TSJIB al considerar la ecotasa como “inocua para las libertades de circulación de los ciudadanos”, señalando que, además, no produce un encarecimiento de los servicios “de forma relevante ni para los usuarios ni las empresas”.

David Abril conoce bien las presiones de Escarrer y del resto de empresarios turísticos de Baleares. Desde el Parlamento, fue uno de los diputados que plantó cara a los Escarrer y a su “chantaje permanente”. Según explica, Meliá y el resto de empresas hoteleras, las cuales también tienen un enorme poder en las islas, amenazan con llevarse sus inversiones a otros lugares si la regulación establecida no es de su agrado: “Si como lobby ya tienen influencia fuera de Baleares, imagínate aquí que somos una comunidad pequeña”, explica a La Marea.

Escarrer Jaume, siguiendo los pasos de su padre a principios de los 2000, amenazó al Ejecutivo en 2017 con una de sus grandes armas: la desinversión. El empresario avisó de que, si no se reducía la presión fiscal, “no quedará más remedio que destinar recursos a otros lugares”. El hijo del embajador honorario de la Marca España repitió este mismo argumento dos años después en una entrevista en El Mundo: “Cuando uno ve cómo se está lastrando la competitividad, se plantea invertir en otros lugares donde la rentabilidad es mayor”.

En enero de 2019, la Alianza por la Excelencia Turística (Exceltur) nombró a Gabriel Escarrer Jaume como su nuevo presidente. Así, el actual vicepresidente y consejero delegado de Meliá Hotels International se convertía en la cabeza de la patronal de los empresarios turísticos y de su principal instrumento de lobby.

De la mano del Partido Popular (y del PSOE)

Los ejecutivos del PP en las Illes Baleares siempre han sido una bocanada de aire fresco para los empresarios turísticos en general y para Meliá en particular. “Con Matas en el gobierno los empresarios se hicieron muy fuertes y consiguieron colocar como conseller de Turismo a Joan Flaquer, e hicieron lo propio con Carlos Delgado en la siguiente etapa”, explica Celestí Alomar. La periodista Mercè Pinya así lo corrobora en un artículo: “Las relaciones de Meliá con el PP son de dominio público. En su emblemático hotel del paseo Marítimo de Palma, los populares siguen y celebran los resultados electorales. Cuando en 2003 Matas recuperó el poder, el fundador y presidente honorífico Gabriel Escarrer se dejó ver, y no precisamente triste”.

Tal y como hemos comentado, fue el presidente Jaume Matas quien derogó la ecotasa cuando llegó al poder en 2003. Pero el PSOE tampoco plantó cara al lobby hotelero cuando recuperó el gobierno en 2007. El ejecutivo autonómico progresista de la legislatura 2007-2011 “ya flexibilizó el marco normativo, desde los primeros momentos de la crisis, para dar cobertura legal a situaciones de infracción urbanística de algunos establecimientos de alojamiento turístico y facilitar su financiación mediante el Plan Renove Turismo”, como explican los profesores de Geografía de la Universitat de les Illes Balears Macià Blázquez, Antonio Alberto Artigues e Ismael Yrigoy.

Pero fue la Ley 8/2012 del Turismo de las islas Baleares, aprobada por el PP, la que dio alas al negocio hotelero, favoreciendo la introducción de los hoteles en el mercado inmobiliario gracias a la eliminación del “principio de exclusividad de uso” mediante el cual se primaba su utilización de alojamiento turístico, además de la derogación de otras legislaciones anteriores y planes. Se creaba con esta ley la figura de los condohoteles, un tipo de edificación donde un particular puede comprar una habitación que estaría gestionada por el hotel. La ley del conseller Carlos Delgado también permitió a los empresarios poder levantar dos plantas más en la playa de Palma, “incluso en aquellos edificios ilegales que superaban el volumen de edificabilidad y no se habían adaptado a la normativa vigente”, como explica Mercè Pinya en un artículo.

Meliá aprovechó el nuevo marco normativo para transformar cuatro de sus hoteles en Magaluf –Royal Beach, Sol Antillas Barbados, Sol Jamaica y Sol Trinidad– en condhoteles y apartahoteles bajo la denominación de Calviá Beach Resort. Cuando se presentó el proyecto, durante la feria FITUR de enero de 2012, el cambio de uso aún estaba todavía prohibido, ya que la Ley fue aprobada meses después. Además, la compañía se benefició de fondos públicos gracias a que la avenida que vertebra el proyecto Calviá Beach Resort se peatonalizó con financiación pública, como explican los profesores de Geografía.

En la actualidad, el Ejecutivo se encuentra presidido por Francina Armengol, que gobierna en coalición con Unidas Podemos desde junio de 2019, y que ya ocupaba la presidencia desde 2015. Según Celestí Alomar, los empresarios “siguen manteniendo el poder a día de hoy por mucho que se diga”: “El problema que tenemos es el turismo de excesos. Ahora intentan solucionar el problema pero sin tocar la oferta hotelera que se dedica a esto, a este tipo de turismo, y que no va a poder alcanzar otro segmento. Aquí hay hoteles obsoletos que en otros sitios no tendrían cabida, pero no se atreven a tocarlos. La relación de poder no es la que tenían con el PP de Matas o con el PSOE de 2007, pero conviven sin hacerse daño”, zanja.

Modificaciones para la reactivación post-COVID-19

Durante la pandemia de la COVID-19, el Govern balear ha sido señalado por grupos ecologistas después de anunciar una modificación de en la Ley de Urbanismo para así favorecer la reactivación de le economía y flexibilizar el sector de la construcción tras las crisis. La Ley de Turismo también ha sido modificada, ampliando la edificabilidad del 10 al 15% y permitiendo que los hoteles obsoletos puedan ser reconvertidos en Viviendas de Protección Oficial. Estos cambios no han gustado a diversos colectivos, como el grupo ecologista GOB, que ha acusado al Govern de “perversión máxima” al aprovechar “el discurso de la reactivación económica post-COVID para agilizar paquetes normativos y proyectos que vuelven a buscar en la construcción y el binomio con el sector de la industria turística, sin la suficiente evaluación de impacto ambiental”. El Colegio de Arquitectos también ha mostrado “cierta decepción” con los cambios y ha subrayado que la organización nunca ha estado de acuerdo con “el urbanismo a medida”.

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Dani Dominguez

Coordinador de #yoIBEXtigo. Graduado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Comunicación Política. Con la lupa puesta sobre las grandes empresas. Músico y extremeño.

Una respuesta a «Meliá: O me das lo que quiero, o me voy»

Ramon dice:

23 mayo, 2020 a las 7:19 pm

la fortuna de los Escarrer es de mas de 1000 millones de Euros. Cuando le vamos a poner limites a la avaricia de estos monstruos?

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