4.450 millones de euros entre 2014 y 2019. Esa es la cantidad de dinero que BBVA ha destinado a la financiación de la industria armamentística en un periodo de 5 años, lo que supone casi 900 millones de euros al año. De esta forma, la entidad vasca se convierte en líder en el ranking de la Banca Armada, según denuncian desde el Centre Delàs d’Estudis per la Pau. 

Si atendemos al reparto por empresas, según el último informe Shorting our security: Financing the companies that make nuclear weapons, publicado el junio de 2019, BBVA invirtió más de 2.500 millones de dólares en General Dynamics, una compañía que fabrica diferentes máquinas de guerra y que ha sido imprescindible en la fabricación del misil nuclear Trident II para Estados Unidos y Reino Unido, para lo cual ha recibido unos 175 millones de dólares (155 millones de euros).

Desde el Centre Delàs denuncian también la relación de la entidad con el grupo MAXAM Outdoors S.A, a quien le ha dado financiación por valor de más de 450 millones de euros en el mismo periodo anteriormente mencionado. “La Unión Europea tiene documentados al menos siete casos de envíos a zonas de conflicto de material bélico fabricado en España. Uno de ellos tiene como protagonista la empresa española MAXAM y como escenario la República Democrática del Congo, donde hace 20 años se sufre un conflicto armado que ha afectado a millones de personas en una situación de emergencia considerada por la ONU el año 2017 como de las de más alto nivel, sólo compartida por Siria, Irak y Yemen”, explican el comunicado que han emitido desde la organización.

La lista de empresas financiadas por BBVA la completan otras como Aecom, Airbus Group, Boeing, Bwx Tecnologies, Honeywell International o Jacobs Engineering, compañías en las que parte de su actividad empresarial se dedica a la fabricación de misiles, explosivos, armas ligeras, balas, helicópteros militares, aviones de combate y electrónica militar, entre otros, «qque se exportan a Oriente Medio y el Norte de África, contribuyendo a escalar la violencia de los conflictos armados de estos territorios y al hecho de que muchas personas tengan que huir de la guerra hacia Europa”, denuncian desde la ONG.

Por todos estos hechos, activistas de la Campaña Banca Armada han participado en la junta de accionistas que BBVA ha celebrado en Bilbao el viernes 13 de marzo. “Hoy vamos a pedirle a la junta de accionistas y al banco que no busquen excusa en materia de defensa y que realmente den un paso hacia delante y dejen de financiar a la industria de armamento en cualquier ámbito y a cualquier empresa”, explica Eduardo Aragón, técnico del Centro Delàs. El experto asegura que las empresas suelen avanzar en este ámbito autoimponiéndose normativas, “pero siempre encuentran algún resquicio para saltárselas. BBVA, por ejemplo, tiene unas reglas en materia de defensa pero estas reglas le permiten financiar a los principales empresas y productores de armas, entonces no tiene ningún sentido sentido”.

No solo el BBVA

Tal y como explican desde el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, «BBVA es la entidad que más financia pero no la única». Justo por debajo se sitúa la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el segundo mayor inversor español, con 3.538 millones de dólares. Según la base de datos de la Campaña Banca Armada, Banco Santander (incluyendo también a Banco Popular) dio financiación a este tipo de empresa de armamento por valor de 2.824 millones dólares en el periodo 2011-2018. En menor cantidad lo hacen BFA Holding, Banca March (March Group), Banco Sabadell o Caixa Group o Bankia, con 197, 179, 162, 109 y 100 millones de dólares en el mismo periodo, respectivamente. La lista de bancos españoles la completan el el Instituto de Credito Oficial (ICO) (69 m$), Bankinter (67 m$), Unicaja (34 m$) o la Fundación Bancaria Ibercaja (11 m$).