273.000 euros en Telefónica; 66.500 euros en Repsol; 103.000 euros en Iberdrola; y 21.000 euros en Bankia. Esta es la cartera de acciones de la Fundación Reina Sofía de acuerdo con sus cuentas anuales abreviadas correspondientes al año 2019. En total, 464.193 euros en cuatro de las principales empresas cotizadas españolas y pertenecientes al IBEX 35. Según se especifica en el documento, se trata de “260 inversiones financieras a largo plazo en instrumentos de patrimonio” en cada una de la cuatro compañías, aunque adquiridas en momentos muy dispares. En el caso de Repsol y Telefónica, las acciones fueron obtenidas en los años 2000 y 2002, mientras que las de Iberdrola y Bankia se adquirieron en 2013.
Según el informe Descarbonización 2020 del Observatorio de Sostenibilidad, Repsol e Iberdrola están consideradas como la segunda y la séptima empresa más contaminantes de España. Ambas aumentaron sus emisiones en un 13% y un 18%, respectivamente, en 2019. Un hecho que podría verse en contradicción con la defensa del medioambiente y el desarrollo sostenible que promueve la Fundación Reina Sofía, un ámbito en el que la organización ha puesto en marcha varios proyectos durante el 2020 y que constituye uno de los pilares de actuación de la fundación presidida por Sofía de Grecia. “Nos implicamos en el cuidado del medioambiente para ayudar a nuestro planeta”, puede leerse en su web.
La Marea se ha puesto en contacto con la FRS para conocer el motivo de la adquisición de las acciones en estas cuatro compañías y la posibilidad de que entren en conflicto con los valores de la organización. De acuerdo con su respuesta, la Fundación Reina Sofía “cuenta con acciones en compañías españolas con origen en herencias y legados recibidos, o en inversiones realizadas bajo asesoramiento financiero, con el objeto de diversificar inversiones y así preservar el patrimonio fundacional a largo plazo”, aunque no especifica cuál es el origen concreto de las acciones de Telefónica, Repsol, Iberdrola y Bankia. Asimismo, agradecen las “consideraciones sobre las inversiones” en compañías altamente contaminantes, y aseguran que las valorarán. De la misma forma, ponen en valor “la preocupación y trabajo medioambiental” del ente.
En las cuentas de la fundación también aparecen otros “activos financieros a largo plazo”. Entre ellos se encuentran dos multifondos adquiridos en 2013 con 425.000 y 481.000 euros, y un “Fondo BBVA Europa FI” con algo más de 16.000 euros. Asimismo, también tiene suscritas obligaciones con Audasa, con “Seg Bankia Privada” y con el Estado por 10 y 21 años a través de Bankia, además de un “Mutuafondodividendo”, un “Fondo Sabadell Garantía Extra” y un “Fondo Bankia Mixto Dividendos”. En total, más de 3 millones de euros en activos financieros de largo recorrido. Como reconoce la organización en respuesta a La Marea, “el grueso de las inversiones financieras de la Fundación lo constituyen activos en deuda pública española”.
A ello habría que sumarle 1,5 millones de euros en activos a corto plazo. El principal es un “Depósito Bankia 366 días”, por valor de un millón de euros, además de un “Depósito Sanofi – Interesa Bankinter”, otro “Depósito Bankia 366 días” y un “Depósito Bankinter”. Este último, según se especifica en las propias cuentas se trata de un “Depósito Repsol-Iberdrola 19.11 a 551 días” con una rentabilidad de entre el 0,07% y el 0,17% TAE. De nuevo, la Fundación vuelve a invertir en dos de las empresas más contaminantes del país.
Según sus cuentas, sumando el activo corriente y no corriente, la Fundación Reina Sofía cuenta 10,4 millones de euros en patrimonio.
La organización fue fundada en 1977 y entre sus objetivos se encuentra “la promoción, ayuda y desarrollo de las necesidades, tanto físicas como espirituales, de toda clase de hombres y mujeres, y su más plena integración en la comunidad social”. Uno de sus proyectos más importantes está relacionado con la “sensibilización y de divulgación de conocimientos científicos relacionados con la enfermedad de alzhéimer”, por lo que tiene acuerdos con la Fundación CIEN (Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas) y cuenta con el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, construido en 2001.
Su patronato está compuesto por personas relacionadas con la casa real, como es el caso de Domingo Martínez Palomo, secretario general de la Casa de SM el Rey o Alfonso Sanz Portolés, consejero diplomático de la Casa y exjefe de la secretaría de Juan Carlos de Borbón. Según el Registro de Fundaciones del Ministerio de Justicia, entre sus directivos se encuentran varios miembros con vinculación actual o pasada con el despacho de abogados Garrigues. Tal es el caso de José Manuel Herrero Aparicio, Eduardo Martín Gómez, Alejandro Huertas León, Ignacio Rodríguez Santaliestra o María del Mar Navarro Jiménez-Amposta. La organización asegura que “son o han sido patronos de la Fundación, sino que todos ellos fueron apoderados en un mismo poder especial para un procedimiento, y en calidad de tal comunicado al Registro de Fundaciones del Ministerio de Justicia. Ese apoderamiento no general fue consumado con la finalización del procedimiento, no estando vigente”, matizan.