A finales de 2019, Grifols contaba con 14.497 mujeres en su nómina, casi un 60,4% de su plantilla global. La gran mayoría de ellas —12.380— hacían labores de producción, según aparece en sus cuentas, frente a los 7.303 hombres que trabajaron en las mismas tareas. Es en la alta dirección donde, sin embargo, las mujeres tiene mucha menos presencia, con solo cuatro de los 13 miembros del Consejo de Administración (31%), una cifra por encima de lo recomendado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores para 2019, pero por debajo del 40% que la misma entidad reclama para 2020.
La compañía defiende que el año pasado se ha esforzado en auditar y corregir carencias en igualdad. En aquel ejercicio, aumentó un 15% el número de mujeres contratadas respecto al año anterior. También destaca que el 98% de las mujeres contratadas por Grifols a nivel global tiene un contrato permanente, y el 91% trabaja a jornada completa
En cuanto a la brecha salarial —la diferencia de lo que cobran hombres y mujeres por realizar el mismo trabajo—, en el caso de Estados Unidos (donde Grifols tiene a la mayoría de sus trabajadores) se sitúa en el 2,2% de media, mientras que en España alcanza el 5,1%. Desde Grifols afirman que han conseguido importantes avances en la identificación de posibles causas de la desigualdad salarial, con lo que están elaborando un plan de acción.
Por categoría laboral sí se identifican diferencias más pronunciadas entre salarios de trabajadoras y trabajadores, sobre todo en la alta dirección. Según explica las cuentas de Grifols, un hombre con contrato de alta dirección en Grifols Estados Unidos cobra 255.610,5 dólares anuales de media frente a los 214.618,1 dólares que cobra una mujer en el mismo puesto. En España, la diferencia de salario por género en alta dirección es aún mayor: 136.106,7 euros anuales de promedio para las mujeres frente a 192.914 euros anuales para los hombres, un 41,7% más. Una brecha que se agrandó en 2019, cuando los directivos masculinos vieron aumentado su sueldo anual en cerca de 40.000 euros frente a los 2.000 de las mujeres.
En otras categorías laborales más cotidianas, la brecha es menor pero también existe. De los 731,6 euros anuales más que cobraban los hombres en 2018 respecto a las mujeres, la diferencia en 2019 ha pasado a 661,1 euros anuales.