GrifolsParque Científico y Tecnológico de Bizkaia. ZARATEMAN / Licencia CC0

Nota alta en medio ambiente, con un ‘necesita mejorar’ en consumo de agua

La responsabilidad ambiental es uno de los puntos fuertes y donde el grupo empresarial ha hecho una notable actuación durante 2019. En total, según recogen sus cuentas, la empresa ha invertido 49,9 millones de euros en sistemas, equipos e instalaciones dirigidos a mejorar su impacto ambiental. Los mayores importes desembolsados han tenido como objetivo la reducción del consumo eléctrico –14,17 millones de euros– y de agua –13,88 millones– en las instalaciones de la compañía, seguido del tratamiento de aguas residuales –10,56 millones de euros–. Son inversiones con un objetivo también económico, ya que, solo en 2019, han supuesto a la compañía un ahorro de 15,5 millones de euros en consumos. 

Durante 2019, Grifols fue sancionada al pago de 2.250 euros por sobrepasar los parámetros de carga orgánica en sus aguas residuales. Fue como “consecuencia de un incidente puntual”, señala la empresa en su informe de 2019, que asegura que se aplicaron las “medidas correctivas pertinentes y abrió un proyecto de mejora para prevenir futuras situaciones similares”. Las cuentas de la compañía incluyen una partida de 21,8 millones de los que el 26% irían dirigidos al ciclo del agua, un 66% a gestión de residuos y el restante 8% a emisiones atmosféricas u otros ámbitos.

“Nuestra actividad industrial ha sido muy relevante y es sostenible”, explica Grifols en sus cuentas. La compañía cifra en un 75% la producción que tiene lugar en plantas con sistemas de gestión ambiental, y, de cara al año 2030, la empresa se ha puesto como objetivo reducir en un 40% sus emisiones de gases de efecto invernadero y que hasta un 70% de su consumo eléctrico provenga de fuentes renovables.

Por lo pronto, según afirma el informe anual, en 2019 la empresa consiguió reducir un 4% el consumo de agua respecto al año anterior. El gran consumo de agua que conlleva la actividad de Grifols es, según señala Carles Casanova Losilla, secretario general de CCOO Grifols, la principal problemática que afronta la empresa en cuanto a medio ambiente. En 2019 rozó los 3,2 millones de metros cúbicos y, según admite la empresa en su informe de 2019, un 18,2% de este consumo se produjo en zonas con estrés hídrico. Dos tercios del agua consumida fue después vertida al alcantarillado público y solo la tercera parte tuvo un tratamiento con sistemas biológicos de depuración —en sus plantas de Barcelona y Clayton— antes de realizar el vertido.

En sus plantas de Estados Unidos han establecido un sistema de tratamiento de residuos con el que evitar que el 99% de los residuos generados en su planta de Clayton (Carolina del Norte) vayan al vertedero. Grifols tiene, alrededor de esta planta, 121 hectáreas como “espacio protegido” en el que la empresa ejerce acciones de eliminación de especies invasoras, limpieza, mantenimiento de senderos, e implantación de especies autóctonas animales y vegetales. La empresa señala que, en esta ciudad, participa en los programas Wildlife at Work y Corporate Lands for Learning, y que cada año estudiantes de la Universidad Estatal de Carolina del Norte visitan este espacio para hacer inventario de flora y fauna, y asesorar para mejorar su protección.

Comités de Medioambiente en Grifols

En Barcelona, Grifols firmó un convenio de colaboración en 2014 con el Consorci per a la Defensa del Riu Besós, que prevé renovar para los próximos tres años y que tiene como objetivo llevar a cabo actuaciones de rehabilitación de los caminos fluviales del río Tenes y de mejora de la biodiversidad centrado en el retorno de la nutria a este espacio. 

La política ambiental de Grifols se apoya en Comités de Medioambiente de las empresas. Estos comités, que a cierre del ejercicio de 2019 sumaban 11, valoran su gestión ambiental, evalúan y deciden las actuaciones prioritarias en este ámbito. Según explica Casanova, las delegadas que conforman estos comités son elegidas entre las delegadas de prevención y, al igual que con las secciones sindicales, actualmente tenían previsto un Comité de Medio Ambiente interempresas cuya creación ha sido interrumpida por la crisis del coronavirus.

El informe anual de Grifols señala que actualmente la empresa está trabajando para incluir la verificación de certificaciones ambientales entre sus proveedores como elementos adicionales en su selección y cualificación.

Entre los objetivos marcados hasta 2022 destacan la construcción de dos plantas fotovoltaicas de 100 y 150 kilovatios en las instalaciones de la División Hospital en Murcia, la compra de 68 millones de kilovatios-hora de fuente renovables o reducir las emisiones de CO2 en 6.700 toneladas al año mediante la implantación de medidas de ecoeficiencia en sus instalaciones en Clayton, Murcia o Madrid, entre otras. También reducir el consumo de agua en 87.700 metros cúbicos anuales y los residuos generados en 4.700 toneladas al año –para lo cual prevén ampliar la capacidad de almacenamiento y tratamiento del polietilenglicol en las instalaciones de la División Bioscience en Barcelona–, incrementar el reciclaje de residuos en 500 toneladas al año y el de alcohol en 76, disminuir el consumo de sosa cáustica en 28 toneladas al año y el de cartón y plástico en 1,1 toneladas.

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Ter García

Ter García

Ter García

Ter GarcíaRedactora y miembro del colectivo editor de El Salto. Entre 2012 y 2016 formó también parte del colectivo editor de Diagonal.

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